Tenía ganas de tener una boda este año para poder hacerme un turbante. Algunos me decían que es un tocado más para invierno, pero como yo no lo creo así y me gusta llevar la contraria, me reafirmé más en mi decisión.
La cuestión, es que mi primo nos avisó, con dos meses de antelación, que se casaba, así que ya tenía la escusa perfecta para llevar el turbante que yo quería.
En un principio pensé hacérmelo en licra y con alguna pluma o flores, a lo Miriam González u Olivia Palermo.
Pero cuando fui a una tienda de telas famosa en Bilbao y vi este encaje en el color que andaba buscando, no me pude resistir a la tentación y en el último momento cambié de decisión.
Lástima que no me acordé de hacerme una foto decente yo sola para Paubell, estábamos todos revolucionados ese día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario